prácticas paganas de santificación” conformada por una serie de obras inspiradas en el barroco como fuente pictórica de estilo, pero centradas en imágenes cotidianas y urbanas, plasmando un nuevo horizonte, un «mundo alternativo».
El realismo mágico de Raúl Pizarro funciona para corregir la realidad de hoy. La exposición está compuesta por obras que proyectan una evolución ligada a la moda de vanguardia, el trap y tendencias coherentes a los movimientos artísticos de la actual década, como el grafiti y la cultura urbana.
La muestra nos presenta un escenario detallado y realista, pero invadido por algo extraño difícil de creer, elementos inesperados o improbables maravillan o asombran al espectador, buscan rediseñar la realidad para revelar los espíritus contenidos en la obra, que afirman la necesidad del hombre de unir lo irracional y lo racional.
En la línea del Neobarroco usando alegorías bíblicas, poniendo el pensamiento moderno como principio fundamental: “Ay de aquellos que llaman al mal bien y al bien mal; que ponen tinieblas por luz y luz por tinieblas; que ponen amargo por dulce y dulce por amargo.
Al igual que Caravaggio seleccionando modelos inadaptados y pobres, vestidos con sus propias ropas, gastadas, tal como vivían, Raúl Pizarro proyecta sujetos que no son exactamente los más "preciados" o "representables" de nuestra sociedad vana y socialmente estratificada.
Convirtiendo a los mansos y cansados en ángeles y sanadores, a segregados y gánsteres, en mártires. Imágenes de personas reales, imperfectas, tentadas, diferentes y especiales, que se les ofrecen puestos en el arte superior, como un ejercicio de resignificación histórica en nuestra era moderna
Materiales en esta Colección: Óleo sobre tela, Óleo y acrílico sobre tela
